El día 17 de septiembre, en la Argentina se celebra el Día del Profesor, una fecha especial y de reconocimiento que agasaja a esas personas que dedican su vida a formar y entregar todo su conocimiento en pos de los demás. Es por el fallecimiento de José Manuel Estrada, un exponente de la docencia secundaria y universitaria
Así como el 11 de septiembre es el Día del Maestro, el 17 se conmemora el Día del Profesor que evoca el aniversario del fallecimiento de José Manuel Estrada, un exponente de la docencia secundaria y universitaria, escritor, publicista, orador y brillante profesor argentino.
Nació en 1842 y fue un orador y escritor argentino. Realizó importantes estudios sobre historia, educación y política y se desempeñó como docente en escuelas secundarias y universidades, en donde era un férreo defensor de la libertad de cátedra.
Desde muy joven, Estrada colaboró en diferentes periódicos juveniles y cuando tenía 22 años fue proclamado como “el primer escritor del país” por su libro “Comuneros del Paraguay”, Fue profesor del Colegio Nacional y de la Universidad de Buenos Aires. En 1882, fundó el diario “La Unión”, desde donde defendió la necesidad de lograr la unidad nacional, bajo los ideales de la Iglesia Católica.
Poseedor de una oratoria brillante, Estrada supo cómo cautivar a los jóvenes en la cátedra de Historia Argentina, en la Escuela Normal Popular, y luego como rector del Colegio Nacional.
Por sus ideas, fue destituido de sus cargos en 1884, lo que causó un gran revuelo y repudio entre sus alumnos. De hecho, muchos fueron a su casa para homenajearlo y agradecerle por sus clases, a lo que el profesor respondió: «De las astillas de las cátedras destrozadas por el despotismo, haremos tribunas para enseñar la justicia y predicar la libertad«.
El docente y escritor murió a los 52 años el 17 de septiembre de 1894, en Asunción del Paraguay víctima de una enfermedad. Sus restos descansan en el Cementerio de la Recoleta, donde su sepulcro fue declarado monumento histórico. Desde entonces, su figura se erigió como uno de los más destacados intelectuales de la segunda mitad del siglo XIX, que dejó un legado genuino y moderno que cambió la historia del pensamiento argentino.