El bebé de helio, que lleva pañales y un celular en la mano, quedó en lo alto como símbolo de la lucha contra las políticas aplicadas por el presidente norteamericano. Aunque resulta en una imagen simpática, quienes lo llevan de viaje por el mundo aseguran que Trump es culpable de “crímenes relevantes” que justifican su destitución.
El muñeco, obra del artista Matt Bonner, ya fue inflado frente al Parlamento británico en Londres durante las protestas contra la visita de Trump al Reino Unido en julio, en Edimburgo, en Escocia, y en varias ciudades de Estados Unidos, como Florida, Nueva Jersey y Manhattan.
Sus detractores intentan avanzar en un proceso de ‘impeachment’ y acusan a Trump de incitar la violencia racista al llamar a grupos de supremacistas blancos ‘fine people’, así como separar a niños inmigrantes de sus padres en la frontera con México y despedir, sin justificación, al antiguo director del FBI James Comey, entre otros cuestionamientos.