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El bono de 5.000 pesos para los trabajadores privados en «punto muerto».

Ni los empresarios ni los funcionarios quieren poner plata. El ministro Dante Sica puso en duda que la medida se haga efectiva.

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Los reclamos cruzados entre el gobierno y los empresarios del país están a punto de cumplir una semana, mientras la negociación para efectivizar el anunciado bono de 5.000 pesos para los trabajadores privados se mantiene en punto muerto. Este lunes, mientras se proclamaba una nueva ronda de encuentros con la Unión Industrial Argentina y con los sindicalistas de la CGT, el ministro volvió a disparar contra la cúpula de los empresarios, ya que puso en duda directamente la concreción de la medida.

Por su parte, desde la entidad que nuclea a los hombres de negocios reclamaron ahora una «compensación» por el pago extra. Uno de los vocales de la entidad, José Urtubey, pidió «tener en cuenta que el 40% de las pymes no pudieron afrontar el bono del año pasado. A esto, sumarle el deterioro económico enorme del último año. Hay que buscar una solución compartida, no se trata sólo de anunciar bonos», declaró.


En declaraciones a una radio de Córdoba, estimó que una entrega de 5.000 pesos para paliar la situación actual «es insignificante» y pidió «buscar mecanismos compensatorios«, como una disminución de impuestos.


En esa línea se expresó también uno de los vicepresidente de la UIA, Guillermo Moretti, quien suele cuestionar con dureza al gobierno nacional. «Llevamos 15 meses de caída industrial con porcentajes tremendos y quieren que paguemos un bono. Viven desencajados de lo que pasa«.

Luego añadió: «Creemos que hay que recomponer el salario porque si no, no hay mercado interno». En declaraciones a FutuRock, Moretti exigió «que el gobierno diga cómo va a restituir los bonos que quieren que paguemos».

Para ejemplificar la situación crítica de la industria, el empresario destacó que «quieren que nos relacionemos con la Comunidad Europea, pero si a un alemán le mostrás la caída constante de la industria que tenemos acá se suicida directamente».

Desde el Ejecutivo nacional, en tanto, quien habló del asunto fue el ministro de Justicia, Germán Garavano. En conferencia de prensa tras la reunión de gabinete se limitó a decir que «la mirada del gobierno es proteger a la gente», y que «el ministro Sica está trabajando para lograr un acuerdo que proteja a los trabajadores en esta crisis».

El domingo, en tanto, el propio ministro había apuntado contra los empresarios, advirtiendo que si no dan el bono deberán reabrir las paritarias, que «habían cerrado casi a finales de julio y todas tenían cláusula de revisión. Por eso un poco la idea era adelantarnos a esa discusión y quizás no abrir 70 u 80 paritarias de nuevo. Sino poder buscar algún mecanismo que, manteniendo el equilibrio, pueda compensar la caída del salario real pero sin ahogar a las empresas», dijo.

Una vez más, acusó a la UIA de haber pactado con la oposición. En tono irónico, opinó que «si la UIA y ahora la CGT dicen que están dispuestas a firmar o están proclives a un diálogo de un pacto social, entonces creo que va a ser mucho más fácil esta semana ponernos de acuerdo».

Fuente:Crónica

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