El partido entre dos equipos argentinos que los argentinos no pudieron organizar, y para el que solo encontraron la solución de que no se jugara en su territorio, aterrizó este jueves por la tarde en Madrid, cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció a través de su cuenta de Twitter, mientras volaba a Buenos Aires a la cumbre del G20: “España está dispuesta a organizar la final de la Copa Libertadores entre Boca y River”. Apenas una hora después, Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, organizadora del torneo, oficializó que el encuentro se disputará el próximo domingo 9 de diciembre en el Santiago Bernabéu a las ocho y media de la tarde (hora peninsular española).
Final de la CONMEBOL Libertadores 2018 se jugará el domingo 9 de diciembre en el Santiago Bernabéu de Madrid.
🔸https://t.co/qZIHEpxGQw pic.twitter.com/pF2xxY74cZ— CONMEBOL.com (@CONMEBOL) 29 de noviembre de 2018
Los dos primeros intentos de disputar la vuelta de la final de la Copa Libertadores entre River y Boca en el Monumental de Buenos Aires, el sábado y el domingo pasados, fracasaron por los disturbios, y las partes comenzaron el martes negociaciones para buscar un sitio donde jugar. Después de descartar varias ciudades, la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), la FIFA, la UEFA, la Federación Española de Fútbol (FEF) y el Real Madrid se habían puesto este jueves por la mañana de acuerdo en que se disputara en el Bernabéu.
A mediodía de este jueves, los servicios de seguridad del club blanco avisaron de las intenciones del grupo a la Delegación del Gobierno, que los citaron para las cinco de la tarde en sus instalaciones de la calle Miguel Ángel de la capital para reunirse con ellos y con la Policía Nacional. Allí se presentó una delegación con enviados de la Conmebol, la FIFA y el Real Madrid, a los que, según una fuente oficial, se requirió “que formalizaran una petición”, algo que aún no habían hecho y que cumplimentaron en ese momento. Cumplido el trámite, la policía podía comenzar a estudiar las implicaciones para la seguridad de la ciudad de un evento del que hasta entonces no había tenido noticia.
Si la premura de los organizadores para encontrar una ubicación al partido era grande (el ganador de la Libertadores se estrena en el Mundial de Clubes el 18 de diciembre), la de las fuerzas de seguridad era máxima. Según fuentes conocedoras de los operativos, el estudio de las necesidades de eventos deportivos de alto riesgo requiere de entre cuatro y seis semanas, y los preparativos posteriores pueden extenderse durante ocho meses. Esos plazos se convirtieron este jueves en horas y en días.