Una mujer estacionó su auto en la calle Acevedo, a la altura de la avenida Córdoba, bajó a su hija mayor y se fue de compras por el barrio porteño de Palermo. Al regresar encontró uno de los vidrios roto.
La conductora había dejado en uno de los asientos traseros a su otra hija, de solo cuatro años. Un vecino alertó de la situación a la Policía de la Ciudad y un oficial rompió el vidrio para salvar a la nena. Luego, otro agente detuvo a la mamá, según pudo saber este medio.
Al lugar llegaron bomberos y médicos para socorrer al bebé, que quedó en custodia policial. El secretario del juzgado 55 porteño, Federico Fox, ordenó la detención de la mujer por «averiguación de lesiones».
No es la primera vez que pasa. El domingo por la tarde, pero en Ciudadela, otra señora dejó a un bebé dentro del auto, debajo del sol, con un calor sofocante y las ventanas cerradas por completo.
En ese caso, dos oficiales de la Policía Bonaerense también rompieron con cuidado uno de los vidrios para rescatar al bebé, que, según le informaron desde la fuerza a este medio, tenía problemas para respirar.