El gobierno de Javier Milei anunció este martes un nuevo incremento en los precios de comercialización del biodiesel y el bioetanol, los componentes clave en la mezcla obligatoria de combustibles. Este ajuste, establecido a través de las Resoluciones 2/2024 y 3/2024 de la Secretaría de Coordinación de Energía y Minería, fue publicado en el Boletín Oficial, marcando otro capítulo en la política de precios de los biocombustibles.
Esta actualización es trasladada de manera inmediata por las petroleras al precio final en los surtidores, lo que significa que en los próximos días los consumidores verán reflejada esta suba en las pizarras de las estaciones de servicio. Este tipo de medidas, de carácter automático y regulatorio, busca adaptar el mercado de biocombustibles a las dinámicas de costos y demanda. Sin embargo, también plantea desafíos en un contexto de inflación y sensibilidad en el precio de los combustibles para el consumidor final.
El impacto en el bolsillo de los usuarios no se hará esperar, y este nuevo ajuste abre nuevamente el debate sobre la incidencia de la regulación estatal en los precios de los combustibles. Por ahora, el mercado energético argentino se enfrenta a una actualización que, aunque esperada, suma presión sobre un escenario económico que ya se ve afectado por otros aumentos en la cadena de producción y distribución de energía.