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¿Por qué todo nos está dando pequeños choques eléctricos los últimos días?

Aunque parezca raro, el fenómeno tiene que ver con las condiciones meteorológicas, con tu forma de caminar y con el calzado que uses. Algunas tácticas para evitarlo.

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En los últimos días viene pasando algo que a muchos les parece raro: cada vez que tocamos un picaporte, o a otra persona, o la puerta del auto, o cualquier cosa que sea más o menos conductora de electricidad, nos da una pequeña patadita, una descarga eléctrica molesta aunque no peligrosa. Las redes sociales se plagaron de hipótesis al respecto… bah, de «hipótesis».

No, no son los aliens. En realidad, la responsable de que esto ocurra es la electricidad estática, un fenómeno causado por el desequilibrio entre las cargas positivas y negativas que tienen los objetos que pueblan este mundo (entre los que nos contamos, por suerte o por desgracia, nosotros, los humanos).

Todos los objetos físicos (la mesa, la alfombra, la baranda, el picaporte, tus zapatillas, vos mismo) son un rejunte de átomos, partículas invisibles formadas por partículas con carga eléctrica positiva (protones), negativa (electrones) y neutra (neutrones).

Normalmente, los objetos tienen una carga neutra, o sea, sus partículas positivas y negativas están en equilibrio. Es cuando se pierde este equilibrio que se se produce la electricidad estática: en estos casos, la carga se acumula hasta que se produzca una descarga que vuelva a restablecer el equilibrio. Esa descarga es la que ocurre, por ejemplo, en el momento que tocamos un picaporte.

Pero, ¿por qué se produce un desbalance de cargas en los objetos?

En realidad, todo el tiempo se están produciendo pequeños disbalances eléctricos. Uno de los principales responsables de que esto ocurra es la fricción que se produce, por ejemplo, cuando arrastrás los pies. Si como consecuencia de este rozamiento continuo con el piso perdés electrones y te cargás positivamente, y además no tocás nada que tienda a equilibrar ese disbalance durante un rato largo, cuando toques una superficie metálica o a otra persona, el exceso de carga se va a tender a equilibrar. O sea, se va a producir una pequeña descarga eléctrica, que es la que hace ese ruidito y en ocasiones hasta un chispazo.

Este proceso es relativamente frecuente, aunque en los últimos días mucha gente sintió que se estaban produciendo más descargas eléctricas que lo habitual. ¿La causa? El clima seco. Cuando el aire que nos rodea está húmedo, la acumulación de electricidad estática en nuestro cuerpo no es un gran problema porque se va equilibrando permanentemente con las invisibles partículas de agua que nos rodean y que se acumulan en la superficie de los objetos. Porque, como sabe todo aquel que evitó prudentemente meter un electrodoméstico enchufado en la bañadera, el agua es una excelente conductora de electricidad.

Pero cuando el aire está seco, como en los últimos días, vamos acumulando cargas en nuestro cuerpo hasta que encontramos un lugar donde descargar. Hay algunas tácticas para que eso no ocurra, o al menos para que los «shocks» sean más suaves. Por un lado, no usar calzado de goma, que es aislante y evita que descarguemos en el suelo -razón por la cual, obviamente, acumulamos más electricidad estática-. Tampoco arrastrar los pies o caminar por una alfombra y tener la precaución de tocar cada cierto tiempo una superficie metálica. Por último, esperar que se humidifique el clima, cosa que aparentemente ya está pasando.

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