El Gobierno decidió postergar la actualización del Impuesto a los Combustibles líquidos hasta julio próximo. Con esa medida pretende morigerar el alza que registrarán los surtidores a partir del sábado. En lugar de aumentar entre 3 y 4 por ciento como habían deslizado desde el sector privado, la suba en naftas y gasoil será 1,5 puntos inferior.
Desde la Secretaría de Energía informaron que el aumento en ese tributo se trasladará a julio y luego volverá a actualizarse normalmente, en septiembre y en diciembre, ya que su aplicación es trimestral. El próximo ajuste, que ahora pasa a julio, implicaba más de un peso por cada litro vendido, según cálculos de las petroleras. En lo que va del año los combustibles ya subieron 13,5 por ciento.
La decisión oficial apunta a restar incentivos para la inflación. Desde el área que encabeza Gustavo Lopetegui indicaron que hoy se publicará en el Boletín Oficial un decreto presidencial con la postergación del ajuste del gravamen a la transferencia de los combustibles.
La actualización del impuesto fue contemplada durante la reforma tributaria aprobada a fines del año pasado. La nueva legislación estableció la actualización del gravamen cuatro veces al año: en marzo, junio, septiembre y diciembre, para reflejar el alza del Índice de Precios al Consumidor (IPC) durante los tres meses anteriores. Durante marzo pasado el Gobierno había decidido desdoblar la aplicación del impuesto en dos partes, con lo cual 50 por ciento de la suba del impuesto se cobró en abril
Las petroleras señalaron ayer que, más allá de las medidas tomadas por el gobierno, el precio en surtidores arrastra un “atraso” de entre 10 y 15 por ciento que varía según empresa. El precio en los combustibles fue “liberado” por el gobierno durante la gestión del ex ministro Juan José Aranguren.
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