Continuando con el espacio cedido a La Parroquia San Cipriano a cargo del padre Daniel Bevilacqua, dedicada a la reflexión espiritual. Un lugar donde la parroquia pueda hacer saber, que le da sentido o anima la espiritualidad de la comunidad, en cada momento y situación. Esta semana compartiremos; Domingo de Ascensión del Señor.
El Evangelio de Marcos, nos presenta algo maravilloso, inmerso en la realidad que hoy nos toca vivir.
Lo importante es que Jesús no se fue, está vivo, para hacerse presente en esta realidad, y para darnos la posibilidad de lograr un mundo nuevo, fraterno, y colmado con su gracia de resucitado.
Y en la medida que podamos desterrar la oscuridad, del egoísmo y el desamor, y demos lugar a la acción del Señor, el mundo podrá alcanzar una mayor concordia y los prodigios sucederán. Pero el rechazo del hombre en el mal ejercicio de la libertad, no permite, que el amor de Cristo que está presente, actué con toda su fecundidad, y a consecuencia de esto viene el sufrimiento.
Ante esto nuestra misión y envío de Dios es anunciar la Buena Noticia, que nos llena de esperanza. Pero Jesús vive, nos ofrece su amistad, su fuerza, su luz, para que como comunidad podamos mejorar la realidad que hoy desafía a la familia humana.