La “nueva normalidad” en pandemia llegó al uso de los cajeros automáticos. A partir del 1 de abril, solo se mantendrá la gratuidad en el empleo de los cajeros para los casos de usuarios con tarjeta de débito asociada a la cuenta sueldo, a la de los haberes jubulatorios y a la de los planes sociales.
En todos los demás casos, el usuario deberá pagar por el manejo del cajero automático, aunque el costo o la gratuidad dependerán de la decisión comercial de la entidad bancaria y de la red. En esta circunstancia se encuentran todas aquellas personas que poseen una tarjeta de débito no vinculada a la cuenta sueldo ni al haber jubilatorio o a un beneficio social.
Hasta el inicio de la pandemia, los bancos no les cobraban a sus clientes por el uso de los cajeros propios y sí lo hacían, a razón de unos 30 centavos de dólar por operación, con los clientes de otras entidades. Y si la tarjeta de débito pertenecía, además, a otra red el cobro podía llegar a ser de 50 centavos de dólar.
Ahora, este paso del BCRA se pone a tono con un ambiente económico en el que prácticamente todas las actividades están abiertas, salvo un puñado.
Con todo, hay que consignar que esto sucede cuando desde distintas oficinas gubernamentales y científicas se está advirtiendo de la “inminencia” de la llegada de una segunda ola pandémica de coronavirus.