Lo que comenzó como un oficio se transformó en un lenguaje. Mauro de Giuseppe, herrero de Marcos Paz, empezó a trabajar con esculturas antes de la pandemia, cuando las jornadas de herrería de obra se cruzaban con hallazgos inesperados en la calle: pedazos de metal, objetos descartados, materia olvidada. Durante el aislamiento, sin poder salir a trabajar, ese impulso encontró forma: su primera obra fue una figura de cuatro brazos que representa el tiempo. Desde entonces, no paró de crear.
Hoy, ese recorrido lo lleva por primera vez a exponer en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Su muestra “Golem: un diálogo entre escultura y palabra” se inaugura el jueves 24 de abril de 19 a 21 horas en la galería Vitriol, arte en expansión, ubicada en Tte. Gral. J.D. Perón 1253. La exposición permanecerá abierta durante un mes y el artista estará presente para compartir su proceso con el público.
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Sus obras, en su mayoría creadas con materiales reciclados, han llamado la atención dentro y fuera del país. El propio Municipio de Marcos Paz le encargó una escultura de María Remedios del Valle, que hoy se encuentra en la plaza principal de la ciudad. Esa misma obra recibió una mención de honor en un concurso internacional, al igual que su monumento a los Veteranos caídos en el Crucero General Belgrano, emplazado en Merlo.
Con “Golem”, de Giuseppe reafirma su capacidad de transformar lo cotidiano en símbolo, llevando desde su taller hasta el centro porteño una obra que interpela desde la materia, el cuerpo y la palabra.
De Giuseppe comenzó a experimentar con el arte poco antes de la pandemia, en un proceso íntimo y autodidacta que encontró en el reciclaje no solo una técnica, sino también una filosofía. Sus obras, premiadas incluso por la Asociación Mundial de Arte en Francia, son el resultado de una mirada que transforma lo descartado en expresión.
“Golem” no es solo una serie de esculturas: es una invitación a pensar el cuerpo, el lenguaje y la memoria desde los restos, en tiempos donde lo efímero predomina, Mauro apuesta por lo sólido, lo rescatado, lo que habla desde el silencio de los materiales olvidados.
