Tras obtener media sanción en la Cámara de Diputados, el proyecto para modificar el huso horario en la Argentina avanza hacia el Senado, donde se definirá si el país debe volver al histórico horario de GMT -4, es decir, atrasar los relojes una hora respecto al esquema actual.
La iniciativa, presentada por el diputado Julio Cobos, propone que el territorio nacional deje de regirse por el huso horario de -03 GMT —vigente desde 2009— y adopte nuevamente el -04 GMT, que estuvo en vigor durante buena parte del siglo XX. El cambio no es menor: de aprobarse, impactará directamente en la rutina diaria de millones de argentinos, desde el horario laboral y escolar hasta el prime time televisivo.
Según los fundamentos del proyecto, alinear la hora civil con la luz solar permitiría un uso más eficiente de la energía, reduciendo la necesidad de iluminación artificial, especialmente durante el invierno.
“Hoy, con el huso -3, amanece muy tarde en invierno. Eso genera un gasto energético innecesario y altera los ritmos biológicos”, argumentó Cobos durante el debate legislativo.
Estudios que acompañan la propuesta aseguran que el consumo eléctrico podría reducirse notablemente, en especial en el sector residencial y comercial, ya que se aprovecharía mejor la luz natural durante las primeras horas del día. Además, se señala que la mayoría de los países ubicados en la misma franja geográfica que Argentina utilizan el huso -04 GMT.
La medida también busca retomar la hora histórica, ya que hasta 2007 el país se manejaba mayormente con ese horario y solo realizaba ajustes estacionales por decreto. En 2009, el entonces gobierno nacional decidió mantener de forma permanente el huso -3, decisión que ahora vuelve a estar bajo revisión.
El debate en torno a esta medida no es nuevo: desde la década de 1969, Argentina adoptó de manera estable el huso -03 GMT, aunque con interrupciones temporales de horario de verano en distintos períodos. A lo largo de los años, diversos sectores han cuestionado esta fijación, señalando que no respeta el ciclo natural de luz y oscuridad y que genera un mayor consumo energético.
El proyecto deberá ser discutido en el Senado en las próximas semanas, y si es aprobado, su implementación sería inmediata, con un impacto visible desde el primer día, obligando a todos los argentinos a atrasar sus relojes una hora.




