Profesionales de la Unidad de Electrofisiología del Hospital Cuenca Alta Néstor Kirchner (HCANK), ubicado en la localidad de Cañuelas, llevaron a cabo con éxito el primer implante de un cardiodesfibrilador subcutáneo en un paciente de 32 años diagnosticado con miocardiopatía hipertrófica, una patología cardíaca de origen genético con riesgo de muerte súbita.
La intervención, a cargo de los médicos Emilio Logarzo (coordinador de la unidad) y Tomás Marinacci, contó con la participación del equipo técnico y de enfermería de la unidad de Hemodinamia. Ambas dependencias integran el servicio de Cardiología del HCANK.
El paciente había ingresado semanas antes al hospital con una infección severa en un desfibrilador previamente colocado en otro centro de salud. Esto obligó a un tratamiento antibiótico prolongado y a la extracción del dispositivo y sus cables. Al intentar implantar un nuevo desfibrilador convencional, los médicos detectaron una obstrucción en los accesos venosos que impedía avanzar con los catéteres. Esta condición motivó la elección del dispositivo subcutáneo, una tecnología más reciente y menos invasiva.
“El cardiodesfibrilador subcutáneo es una alternativa moderna, indicada en pacientes que no requieren estimulación cardíaca y que presentan dificultades para acceder al sistema venoso”, explicó Logarzo. A diferencia de los desfibriladores tradicionales, este tipo de dispositivo se coloca debajo de la piel, sin ingresar al corazón ni a los vasos sanguíneos, lo que reduce significativamente el riesgo de infección.
El generador se posiciona en la zona axilar y el electrodo se ubica de forma subcutánea, recorriendo el esternón y las costillas. Su objetivo es claro: prevenir eventos de muerte súbita mediante descargas eléctricas en caso de arritmias ventriculares peligrosas.
La miocardiopatía hipertrófica, enfermedad que motivó la intervención, se caracteriza por un engrosamiento anormal de las paredes del corazón y puede manifestarse en cualquier etapa de la vida. “Valorar el riesgo de muerte súbita es clave, ya que algunos pacientes requieren la colocación de un desfibrilador preventivo”, subrayó Logarzo.
Tras el procedimiento, el paciente fue dado de alta en buen estado general a las 24 horas, marcando un nuevo hito en la capacidad resolutiva del hospital público.
El especialista también destacó la importancia de contar con tecnología de alta complejidad en el sistema de salud público: “El HCANK trabaja constantemente para mejorar los servicios de salud, con un equipo médico y técnico comprometido, buscando generar un impacto positivo en la calidad de vida de la región y de toda la red del sistema sanitario”.