La situación en el interior de la provincia de Buenos Aires continúa agravándose a causa de las inundaciones. Según un informe difundido hoy por la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), ya son más de dos millones las hectáreas bajo agua o severamente anegadas.
La entidad calificó el panorama como “sumamente crítico” y advirtió que el impacto va más allá de lo productivo, afectando también la vida cotidiana de miles de familias rurales. En un comunicado, CARBAP señaló que desde hace meses viene alertando sobre la situación “en soledad”, sin obtener respuestas de parte del gobierno nacional.
De acuerdo con el relevamiento, el epicentro de las inundaciones se ubicaba entre marzo y abril en los partidos de Bolívar, 25 de Mayo, Carlos Casares, 9 de Julio y parte de Hipólito Yrigoyen. Sin embargo, las intensas lluvias registradas en los últimos 60 días provocaron una expansión alarmante del área afectada, agravando la crisis hídrica.
Actualmente, se estima que 1,5 millones de hectáreas están comprometidas en el centro bonaerense, pero al contemplar la totalidad de la cuenca del río Salado, la superficie afectada supera los 2 millones de hectáreas. Además, CARBAP indicó que debe sumarse la superficie que, si bien no está inundada, es inoperable por falta de piso o accesos, lo que eleva el área en riesgo productivo a más de 3 millones de hectáreas.
En este contexto, la entidad rural volvió a cuestionar la paralización del Plan Maestro del Salado, obra clave para mitigar este tipo de emergencias. El proyecto, que incluía trabajos de dragado en el tramo IV.2, entre Roque Pérez y Ernestina, fue interrumpido por decisión del gobierno nacional, que mantiene retenidos los recursos del Fondo Hídrico.
Ese tramo específico es señalado como un “cuello de botella” hidráulico, donde se producen desbordes de magnitud. La falta de continuidad en las obras de infraestructura agrava la situación de productores, comunidades rurales y caminos rurales, profundizando el aislamiento y el deterioro económico de vastas zonas del territorio bonaerense.
En declaraciones recientes a Desconfiados, el presidente de Carbap, Ignacio Kovarsky, cuestionó la demora histórica en la ejecución de las obras:
“Faltan obras que son eternas, que nunca llegan. Se reclaman, se gestionan y nunca aparecen. Todos los años hablamos de lo mismo. Incluso existen impuestos creados para financiarlas, pero los fondos se desvían. Volvemos a discutir una y otra vez lo que ya estaba definido”.
Finalmente, Kovarsky criticó la inacción del Estado:
“En vez de mantener caminos, colocar tubos, hacer canales y manejar el agua, no hace nada. Durante la seca pasa lo mismo: los intendentes dicen que se puede transitar, pero la realidad es que los caminos están destruidos. El agua se tiene que gestionar, no dejar que haga estragos”, sentenció.