En un emotivo acto, se colocó una señalización en “La Conejería”, el sitio donde vivieron y desarrollaron su militancia Juan Carlos García, Graciela Estela Alberti y Santiago Ulises “Jimy” Murphy, tres víctimas de la última dictadura cívico-militar en Argentina. Este espacio, ahora convertido en un lugar de memoria, busca mantener viva la historia y el compromiso con los derechos humanos.
Juan Carlos García fue detenido-desaparecido el 29 de noviembre de 1976. En el momento de su secuestro, su hijo Santiago García, de apenas un año, también fue capturado. Un mes después, el niño fue encontrado en la Casa Cuna, donde había sido dejado como NN, Graciela Alberti, fue secuestrada el 17 de marzo de 1980 y posteriormente vista en la ESMA, uno de los principales centros clandestinos de detención.
Por su parte, Jimy Murphy fue asesinado el 12 de mayo de 1977. Militante comprometido, su vida quedó truncada por la violencia del Estado represor.
El acto contó con la presencia de Matías Facundo Moreno, subsecretario de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, quien destacó la importancia de mantener viva la memoria histórica como una herramienta para la construcción de una sociedad más justa. “Estos espacios nos interpelan y nos recuerdan que la lucha por los derechos humanos es permanente”, señaló Moreno.
La señalización de “La Conejería” es parte de un esfuerzo por rendir homenaje a quienes lucharon por un país más justo. También participaron familiares, organismos de derechos humanos, Memoria de Las Heras, y representantes de la comunidad, quienes recordaron el legado de las víctimas y la importancia de seguir buscando justicia.
Este nuevo espacio de memoria se suma a las múltiples iniciativas que, a lo largo y ancho del país, buscan preservar el recuerdo de los 30.000 detenidos-desaparecidos, reafirmando el compromiso con el lema “Nunca Más”.