En una entrevista en Filo News, cuando fue consultada por la legalización de la marihuana para consumo personal, Vidal habló de “dos realidades distintas” y explicó: “una cosa es fumarte un porro en Palermo un sábado a la noche con amigos, relajado, o con tu pareja, o solo, y otra cosa es vivir en la 21-24, en Zabaleta, en la 1-11-14, rodeado de narcos y que te ofrezcan un porro, sin oportunidades, sin ir a la escuela o habiéndola dejado”.
En el intento de argumentación de sus dichos, Vidal profundizó explicando que el consumo de marihuana en barrios vulnerables o incluso en villas, “no es un consumo ocasional y de recreo, plenamente elegido”, como si lo es, según su razonamiento, en barrios con mayor poder adquisitivo.
Además de entender que las personas que viven en barrios populares no “eligen plenamente” como las que viven en Palermo y que los narcos viven en villas y no en barrios residenciales de capital o provincia, Vidal eligió como ejemplo dos villas que están ubicadas en la ciudad de Buenos Aires donde su fuerza política gobierna hace más de 12 años.
Parece ser que, según el análisis de la exgobernadora, alguien de clase media puede consumir drogas sin problemas, pero una persona que vive en una villa, tendría más probabilidades de generar una adicción. Un comentario cargado de clasismo, que mezcla la cuestión del consumo recreativo de cannabis con el narcotráfico.