El Gobierno nacional busca crear un nuevo cargo fijo en las facturas de electricidad para financiar una obra que permitirá reforzar la red de transporte de energía, con un cargo fijo de hasta el 3% en las boletas.
En busca de garantizar la estabilidad del sistema eléctrico, el Gobierno nacional implementará un nuevo cargo fijo en las facturas de electricidad destinado a financiar la construcción de una línea de alta tensión de 500 kilovoltios (kV) entre Plomer y Vivoratá, en la provincia de Buenos Aires. La medida, que aún no fue comunicada oficialmente, implicará un incremento del 1% al 3% en el monto total de cada boleta de luz.
La obra, conocida como AMBA I, tiene un costo estimado de US$ 1.100 millones y es considerada fundamental para reforzar la red de transporte eléctrico en los nodos más saturados del Sistema Argentino de Interconexión (SADI). Según fuentes oficiales, su objetivo es evitar cortes masivos en una de las regiones de mayor consumo del país, un problema recurrente durante los picos de demanda.
Sin embargo, la decisión ha generado interrogantes entre expertos y sectores de la oposición. Si bien se reconoce la importancia estratégica de la obra, algunos cuestionan que el financiamiento recaiga directamente sobre los usuarios en lugar de ser absorbido por el presupuesto estatal. También se señala una aparente contradicción en el discurso del gobierno de Javier Milei, que ha reiterado su intención de reducir la carga fiscal y promover que el sector privado lidere este tipo de proyectos.
«La lógica de Milei parece ser que la infraestructura clave para evitar cortes masivos de luz no es una prioridad del Estado, pero sí de los bolsillos de los ciudadanos», señalaron desde sectores de la oposición. Mientras tanto, expertos advierten que el nuevo cargo encubierto tendrá un impacto significativo en las economías familiares, que ya enfrentan tarifas energéticas elevadas.
La decisión pone de relieve las contradicciones en el discurso oficial. El gobierno, que constantemente critica el gasto público en infraestructura, parece haber encontrado una salida fácil: imponer nuevas cargas sobre una ciudadanía ya castigada por los tarifazos.