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Gran repudio al trato en canal de televisión a un matrimonio de una comunidad originaria

Los repudios llenaron las redes sociales y el Inadi y la Defensoría del Público también se pronunciaron con respecto al reportaje que resultó "banalizador" y reclamaron "un trato respetuoso y sin distinciones para aportar al diálogo intercultural y plural en el país".

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Los dos integrantes de la comunidad Ayllu Mayu Wasi viajaban en el subte cuando una cronista del programa Bien de mañana, que conduce Fabián Doman, los abordó y se burló de ellos junto a los panelistas que estaban en el estudio.

“Digame una palabra en indio”, le dice la cronista Maggie Vigil luego de burlarse ante el saludo de uno de los pasajeros del subte, integrante de la comunidad Aylly Mayo Wasi de Quilmes. “Maggie te amo”, le dijeron desde el piso mientras Fabián Doman, conductor del programa Bien de Mañana decía “este señor se pasó de estación”.

El hecho discriminante y estigmatizador sucedió el jueves durante un móvil en la línea D del subte, pero se conoció recién este viernes a través de las redes sociales donde el repudio fue creciendo. También las denuncias realizadas en a la sección de reclamos de la Defensoría del Público.

Los entrevistados, a su turno, afirmaron que las preguntas que se les hicieron tuvieron un “tono peyorativo y discriminatorio” y que están “acostumbrados a este tipo de discriminaciones”.

“Íbamos en el subte y esta señorita notera y el camarógrafo nos empiezan a hacer preguntas sorpresivamente. Saludamos en quechua y después tradujimos, pero no hubo tiempo para hacer esta traducción porque empezaron a reírse y a hablar en tono peyorativo”, dijo a Télam Kantuta Killa, abogada de profesión y jubilada como oficial de un juzgado nacional donde ejerció durante 30 años.

“Mi esposo habló de lo que es el buen vivir diciendo que es no robar, no mentir, no engañar. Son principios de nuestro pueblo. Y ahí dijeron: ‘bueno, qué opinan de este programa’, y mi esposo dijo que le parecía que no estaba bien, que tenían que renovarse y que esta cultura, este respeto, había que enseñárselos a los chicos en el colegio”, agregó la mujer.

Luego, la movilera les consultó de qué querían hablar y Kantuta sugirió hacerlo sobre el Tercer Malón de la Paz. La notera preguntó: “¿el Tercer Malón de la Paz, vienen a traer paz?”, demostrando una ignorancia total.

La abogada asintió y agregó que cuando empezó a hablar sobre eso “me taparon la boca con otra pregunta para que no me exprese y aparte, desde el piso, (desde los estudios del canal) ya estaban diciendo un montón de cosas altamente irrespetuosas, de bullying, discriminatorias”, completó.

La pregunta por el voto

“¿Usted votó?”, les consultaron. “Le digo que sí, claro que voté, pero no tengo por qué decírselo, no se lo voy a decir. Y se rieron”, explicó en diálogo con Télam.

“El tema de votar y de que el voto es secreto no es para reírse porque estamos definiendo el destino de un país. Ellos tratan con esa forma graciosa de dirigir la conversación hacia lo que ellos quieren, para imponer su idea, para reírse de los que pensamos. Fue todo una escena discriminatoria”, aseveró Kantuta Killa.

Fue entonces que Doman cortó abruptamente el móvil con la frase: “No me van a venir a dar clase de moral”.

La pareja afirmó sentirse “sorprendidos”, y aclararon que “no es solamente la notera que es así, sino un sector de la población que lamentablemente no comprende que hay un otro diferente, que hay pueblos preexistentes con distintos códigos, distintas formas de ser y distintos intereses. Aun así, aunque tenemos distintos valores y principios, creencias o intereses, nosotros les respetamos y en ningún momento nos dirigimos de ese modo con ellos ni estamos riéndonos como como ellos se ríen de nosotros”.

«El mensaje para la sociedad es aprender a escuchar sin prejuicios»

Kantuta y Wari integran el Consejo de Amautas indígenas del Tawantinsuyu de Argentina y el Cosindia (Consejo de Sanadores indígenas de Argentina), entre otras organizaciones. Además, forman parte del centro cultural Waka Luna, de Villa Martelli, donde dan talleres lengua quechua, de instrumentos andinos, cursos de medicina ancestral indígena, y ofician ceremonias ancestrales.

Kantuta reiteró que “los indígenas, las indígenas, estamos acostumbrados a esta discriminación desde toda la vida. Si no es por un aspecto es por el otro, sino es por cómo nos vestimos o hablamos o por qué comemos”.

No obstante, “si bien está naturalizado no bajamos los brazos. Seguimos en lucha. El mensaje para la sociedad es aprender a escuchar sin prejuicios”.

En ese sentido explicó que “hubiera sido bueno, que la movilera salude con ‘buenos días, ¿cómo están?, ¿hacia dónde van? y, si hablábamos en nuestra lengua, que nos pregunte ¿qué lengua, qué significa? con un interés real, legítimo, el querer socializar desde el respeto. Así podemos dialogar, pero no se nos dio esa posibilidad”.

Si bien la pareja consideró iniciar una acción legal, decidieron no hacerlo y dar mayor visibilidad a lo que está ocurriendo con el Malón de la Paz, porque “tiene que caer esa reforma anticonstitucional de la Constitución provincial de Jujuy. Los hermanos están sufriendo, llevan muchos días de acampe, preferimos apoyar eso”, explicaron.

Repudios de organismos

La interventora del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), Greta Pena, dijo a Télam que “es importante hacer foco en la necesidad de que los medios reconozcan la existencia de las identidades indígenas sin exotizarlas ni ridiculizarlas”, porque “se invisibiliza a las poblaciones originarias como parte de la ciudadanía de nuestro país y eso lleva a que cuando se comunica algo vinculado a ellos, muchas veces se haga de modo estereotipado, estigmatizante y discriminatorio”.

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