En la cancha Nº 2 del Campo Argentino de Polo, los cuatro levantaron por tercera vez seguida el Pato de Plata como formación; para Las Heras, es la segunda conquista consecutiva en exclusividad, ya que la de 2017 se dio en fusión con Los Baguales, campo de Roque Pérez.
Lo que hicieron Tapia, Alberti y los hermanos Taberna en Palermo representa un hito más de los tantos que viene logrando la alineación de Las Heras en los últimos años. Luego de convertirse en la primera que tenía valoración perfecta (40 tantos) en ganar el Argentino Abierto (2018), esta vez ingresaron al selecto grupo de cuartetos que se coronaron tres veces sucesivas en el certamen máximo. «Es una alegría inmensa seguir sumando logros. Yo empecé a jugar al pato por la pasión y el amor que les tengo a los caballos; jamás lo hice pensado que podía lograr tantas cosas y formar parte de la historia grande de este deporte», expresó Ariel Tapia, minutos después de obtener el noveno título individual de campeón del Abierto.
Lleno de lujos y efectividad, Las Heras (39) no dejó dudas respecto a los 7 tantos de valoración que lo separaban de El Siasgo (32). Y la posibilidad de que ocurriera lo que había pasado hacía 14 días, cuando ambos equipos se midieron en la clasificación del Abierto en Las Heras y ganó El Siasgo por 12 a11, quedó en solamente una sensación. Con dientes apretados en las marcaciones, cambiando lucha por lujos, Las Heras logró imponer su juego y construir algo parecido a una goleada, con 7 tantos de Ariel Tapia, el máximo anotador de la final y del campeonato (25), más 5 de Nicolás Taberna, 5 de Sergio Alberti y 1 de Facundo Taberna.
El despegue de Las Heras fue paulatino en el encuentro. El defensor del cetro concluyó arriba por 6-2 el segundo de los seis tiempos e igualó los períodos 3 y 4 para explotar en el quinto: 5-1 para un 15-7 en el marcador global. La última etapa estuvo de más en cuanto a la incertidumbre por el resultado definitivo, en una soleada tarde en el siempre bello predio de Libertador y Dorrego.
Fuente:La Nación