En un inusual giro de la política de subsidios al transporte público, el Gobierno ha anunciado un esquema de renuncia opcional para los usuarios de trenes y colectivos que consideren que no requieren el apoyo estatal en sus tarifas. A partir de esta semana, los pasajeros tendrán la posibilidad de renunciar voluntariamente a los subsidios aplicados, lo que resultará en un aumento significativo en el costo de sus boletos.
El Ministro de Transporte, Diego Giuliano, explicó que esta medida tiene un carácter puramente político y está siendo implementada en medio de una campaña electoral en la que se debate públicamente el tema de los subsidios al transporte. En palabras del Ministro, «En este momento particular, en medio de una campaña electoral en la que se pone en debate público el subsidio al transporte, damos la oportunidad de que quienes no lo crean necesario, puedan renunciar al mismo.»
Según el Ministerio de Transporte, el boleto de tren sin subsidios costará 1100 pesos, mientras que el boleto de colectivo tendrá un costo de 700 pesos. Estos precios representan aumentos de hasta un 800% en el caso de los colectivos y un 500% en el caso de los trenes, tomando en cuenta los valores máximos de cada pasaje.
Actualmente, el costo de los boletos de tren varía en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) entre 11,57 y 52,95 pesos, dependiendo del tramo. Los precios se incrementan significativamente en otras regiones del país, como 79 pesos para el servicio regional de Salta, 105 pesos para el trayecto de Resistencia a Los Amores, Chaco, y 180 pesos para el tren que conecta Rosario con Cañada de Gómez en Santa Fe.
Por otro lado, la tarifa mínima de colectivo se encuentra actualmente en 52,96 pesos, mientras que la tarifa máxima alcanza los 72,61 pesos. La renuncia opcional de los subsidios al transporte plantea un dilema a los usuarios, quienes ahora deberán considerar si desean pagar tarifas más elevadas en medio de un contexto político y económico crítico.
Para mantener el subsidio, indicaron desde Transporte, no será necesario hacer ningún trámite. Asimismo se encargaron de aclarar que el no renunciamiento no va a implicar una restricción al acceso a la compra de dólares, ni oficial ni financieros, como sí pasó con aquellos usuarios que solicitaron el subsidio a la energía: «Esta medida tiene un sentido de sinceramiento y clarificación con respecto a los temas que están en debate público», insistió Giuliano. «Quienes están de acuerdo con la política de no subsidios, deberían renunciar, les damos esa oportunidad», expresó luego de recordar que los candidatos presidenciales Javier Milei y Patricia Bullrich proponen eliminar o reducir estas erogaciones. De acuerdo al Ministerio, hay un millón de usuarios diarios de tren y 3.9 millones de colectivos que viajan subsidiados en el AMBA.
El ministro reforzó que los subsidios al transporte son una política de Estado que el gobierno «sostiene fuertemente» porque interpreta que tiene, por lo menos, tres efectos positivos: es salario indirecto, ya que las y los trabajadores que viajan hacia sus lugares de trabajo, lo hacen de una forma más económica. También es una manera de fomentar prácticas favorables al medio ambiente y de organización urbana a partir del fomento al transporte público en detrimento del uso de autos particulares que generan mayor contaminación y tráfico.
Renuncia a los subsidios
En la práctica, el Ministerio habilitará un registro para que los usuarios de la tarjeta SUBE puedan renunciar al subsidio. El formulario estará disponible para completar desde este viernes 20 de octubre únicamente en la web argentina.gob.ar/SUBE. Además, se podrá solicitar pagar la tarifa plena sin subsidio directamente a los conductores de colectivo. El cobro para quienes decidan renunciar al subsidio será automático a partir del viernes 27 de octubre. Los usuarios que decidan hacerlo, deberán tener la SUBE registrada con sus datos. El Poder Ejecutivo oficializará esta medida este martes en el Boletín Oficial.
La renuncia al subsidio implicará, además, la pérdida de todos los beneficios asociados a la SUBE. Es decir, el Atributo Social Federal que aplica 55 por ciento de descuento en la tarifa para casi 5 millones de usuarios de todo el país; el beneficio de la RED SUBE que es un descuento para quienes realizan trasbordos en distintos medios de transporte (en el primer viaje se paga el valor total del pasaje, en el segundo un 50 por ciento menos y a partir del tercero un 75 por ciento menos). También a los Atributos Locales definidos por las jurisdicciones donde la tarifa se abona con SUBE.
La medida solo tendrá como alcance el sistema de transporte público que forma parte de la jurisdicción nacional, es decir líneas de colectivos y trenes en el Área Metropolitana de Buenos Aires, y otras pocas lineas urbanas interjurisdiccionales. Sin embargo, el Gobierno adelantó que invitará a las provincias a que implementen un registro similar para permitir que los usuarios de las 53 jurisdicciones que hoy cuentan con le sistema SUBE tengan la posibilidad de renunciar a su subsidio.
En tanto, Giuliano ratificó que las tarifas al transporte público que son determinadas por el Gobierno nacional continuarán congeladas hasta el 10 de diciembre y que, en caso de que el oficialismo siguiera en la administración del Poder Ejecutivo, replantearían la organización del sistema de subsidios.
De acuerdo a la Oficina de Presupuesto del Congreso, a septiembre de 2023 el Ministerio de Transporte erogó 307.928 millones de pesos en el programa presupuestario «Fondo Fiduciario del Sistema de Infraestructura del Transporte», la partida más importante que registra el financiamiento de la cobertura de los subsidios al transporte público de pasajeros.