El presidente de YPF, Horacio Marín, anunció que la reducción del precio internacional del petróleo, influenciada por la desaceleración de las economías de China, Europa y Estados Unidos, se traducirá en un leve descenso en los surtidores.
Sin embargo, las expectativas de los consumidores serán frustradas con rebajas marginales de apenas el 1% en la nafta y el 2% en el gasoil, una cifra muy por debajo de las caídas del 5% y 4% anunciadas para las refinerías. Esta diferencia responde al incremento del impuesto a los combustibles, limitando el alivio que esta medida podía significar.
El barril de crudo, que cayó de U$S 90 a U$S 71, reflejó una oportunidad para que el gobierno de Javier Milei intentara equiparar los precios locales de combustibles con los del mercado internacional, pero el impacto en la economía doméstica es poco significativo, especialmente considerando que los precios en las estaciones de servicio han subido en el caso de la nafta súper, se observa un aumento acumulado de 240% desde noviembre del año pasado.
«Quiero realizar un acuerdo justo con los consumidores. Nadie tiene que subsidiar a nadie. Ni nosotros a los consumidores ni los consumidores a nosotros», afirmó el CEO de la empresa. Y remarcó que «si el precio del crudo internacional sube, el precio de los combustibles localmente va a subir», mientras que «si el precio baja, vamos a bajar”.
De esta manera, la compañía afirmó que «mantiene un precio justo en sus combustibles que refleja las condiciones del mercado internacional y local» y la «evolución de costos asociados a la producción de combustibles».
Asimismo, el comunicado destaca que «en los últimos 8 meses, YPF encontró un equilibrio entre los precios internacionales y los precios locales en surtidor que permite, de ahora en más, que éstos últimos se suban o bajen en función de valor del crudo Brent y la evolución de los componentes de costo local».