La crisis económica en la que está sumergida la Argentina, enfrenta momentos dramáticos que no se vivieron ni en el 2001. Ahora, las supermercados restringen la compra de leches de segunda marca y las empresas lácteas venden algo que no es.
Algunas de las grandes empresas alimenticias venden «alimentos lácteos», se trata de «falsa leche», «leche a base de leche» rebajada con agua. Lo mismo sucede con quesos rallados que en realidad son pan rallado saborizado.
La Serenísima tiene un “alimento a base de yogur” que simula ser yogur a un precio más bajo. Otra firma llamada La Lácteo tiene un producto similar bajo la marca “Lactis”, que también utiliza para un alimento a base de leche. La Suipachense vende un sachet de leche que en realidad viene con un 70 % de leche y 30% de una mezcla de agua y lactosa, reveló C5N en un informe televisivo.
Además, las grandes cadenas de supermercados restringieron la venta de leches de segunda marca, en lo que se convirtió en un insólito y lamentable «cepo».
“Estamos analizando este fenómeno porque advertimos que se ha dado un gran incremento en la venta de estos productos en los últimos meses. Se da en alimentos lácteos que supuestamente suplen a yogures, leches, leches chocolatadas o quesos pero que no lo son y que en su presentación no advierte claramente a los consumidores que están comprando otra cosa”, explicó Vanesa Ruiz, gerente del Centro de Almaceneros en una entrevista radial .