El presidente Javier Milei decidió retirar a Argentina de la Organización Mundial de la Salud (OMS), siguiendo el camino de Donald Trump en EE.UU. El anuncio lo realizó el vocero Manuel Adorni este miércoles, explicando que la medida responde a «profundas diferencias» con la OMS, especialmente por su rol durante la pandemia.
La decisión generó fuertes críticas desde la Provincia de Buenos Aires. Nicolás Kreplak, ministro de Salud bonaerense, advirtió en un posteo en redes que sin cooperación internacional «será más difícil mejorar la salud en el país». Además, en un video, profundizó su postura y alertó sobre el impacto de la salida en la planificación sanitaria.
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Por su parte, Milei defendió la medida con un mensaje en X: “Hemos decidido salir de un organismo tan nefasto y que fue el brazo ejecutor del mayor experimento de control social de la historia. ¡Viva la libertad, carajo!”.
¿QUÉ ES LA OMS?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) es la agencia de salud especializada de las Naciones Unidas (NNUU). Entre sus objetivos figura la coordinación de la respuesta ante las amenazas sanitarias globales. La misma fue creada en 1948 y al año siguiente comienza a trabajar mancomunadamente con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), organismo de salud pública desde el año 1902 en este continente con fines panamericanistas. A partir de ese año, la OPS actúa como la oficina regional de la OMS para las Américas.
La OMS tiene por finalidad la cooperación técnica, definida por los países miembro en las Asambleas Mundiales. Estos compromisos se traducen en mejoras en las condiciones sanitarias, alcance de metas regionales o globales, aplicación del Reglamento Sanitario Internacional para la creación de abordaje de las desigualdades sociales en salud, establecimiento de listado de medicamentos esenciales, mejora de cobertura de vacunas, compra de tecnologías sanitarias (medicamentos, vacunas y otros insumos médicos), políticas de desarrollo de recursos humanos en salud, políticas de buenas prácticas para la calidad, apoyo a países más pobres, establecimiento de consensos para enfermedades y condiciones de salud, entre un gran abanico de temas de cooperación.
POSIBLES CONSECUENCIAS PARA ARGENTINA
Según un informe realizado por la fundación Soberanía Nacional, la salida de Argentina de la OMS traería consecuencias a corto, mediano y largo plazo. El organismo elaboró un panorama en el cual indicó las posibles pérdidas para el país.
Las consecuencias de salir de la OMS estarían ligadas al vínculo con la salud global. Cabe destacar que toda decisión de romper el compromiso con estas agencias tiene que pasar por el Parlamento para ser aprobada.
Para Argentina salir de la OMS y/o de la OPS tendría las siguientes consecuencias:
- Dejaríamos de tener acceso al fondo rotatorio y estratégico que nos hace ahorrar millones en la compra de tecnologías e insumos sanitarios.
- Se perdería el estatus de Centros Colaboradores en laboratorios prestigiosos como el INCUCAI, Malbrán y la ANLIS. Esta situación traería la consecuencia de quedar fuera de las redes internacionales que mejoran nuestras prácticas (Argentina posee una serie de centros colaboradores que trabajan en red con otros centros de otros países, fortaleciendo las capacidades propias y manteniendo al país en altos estándares de calidad y reconocimiento internacional. Como ejemplo de esto, se podría perder el rol de los laboratorios especializados en argentina, en vigilancia internacional de agentes infecciosos.
- Podría llegar a desaparecer el Centro Nacional de Enlace del Reglamento Sanitario Internacional, lo que implicaría mayor dificultad para acceder a información en tiempo real sobre la circulación de agentes infecciosos y emergencias en salud pública.
- Desaparecería el apoyo a programas de enfermedades transmisibles y no transmisibles, salud mental, materno infantil, vacunas, entre otros, lo que iría en detrimento a mediano plazo, en la calidad y sustentación de los mismos.
- Acabaría el apoyo a la estructuración de los servicios de salud y desarrollo de los recursos humanos en salud.
- Finalizaría la participación de funcionarios de salud y profesionales argentinos en las reuniones, proyectos, talleres y redes de trabajo internacionales, aislando a nuestro país de las actualizaciones en temas sanitarios y dificultando la financiación externa a programas y proyectos de salud que nos permitan una mayor calidad sanitaria.
- Si bien el acceso a la Biblioteca Virtual de Salud de la OPS/OMS es individual y no estaría restricto a los argentinos, el no contar con una oficina en el país, limitaría la difusión de los contenidos y acceso a cursos y capacitaciones que propician y que permiten formar profesionales sanitarios.
- Ante otra pandemia, no recibiremos cooperación, que implicaría la ausencia de apoyo técnico directo, de apoyo para compra de insumos y equipos, para la contratación de personal, entre otras posibles utilidades.
- Debilitaría el abordaje de enfermedades raras o desatendidas siendo que no sólo se recibe colaboración técnica sino en muchas ocasiones también donación de medicamentos huérfanos
- En caso de desastres naturales u ocasionados por el hombre, no podríamos contar con el apoyo de las unidades especializadas de emergencia de la OPS, debiendo organizarse, sin el apoyo de equipos técnicos de emergencia y/o respuesta rápida y logística de insumos en salud.
- Perjudicaría a las provincias debilitando su capacidad técnica ya que también estos organismos internacionales articulan de manera subnacional
- Quedaríamos al margen de métodos de mejora de trabajo, como las funciones esenciales en salud pública que ayudan a diagnosticar problemas e implementar soluciones dentro del sector salud.
Las consecuencias de esta decisión aún están por verse, pero podrían incluir dificultades en financiamiento y acceso a programas globales de salud.