La ex presidenta afirmó que nadie le pagó por firmar ningún decreto y ni por realizar ninguna política. Además a través de su cuenta de twitter dijo que no va a hacer comentarios “sobre remiseros arrepentidos”.
La ex presidenta y actual senadora por la Provincia, Cristina Fernández se defendió de las acusaciones de corrupción que realizó el chofer Centeno a través de su testimonio y de los cuandernos que publicaron distintos medios nacionales. A través de una publicación en su página web, y de tres twits, Cristina aseguró que nadie le pagó nada e hizo referencia al empresario Gabriel Romero.
“Hoy, en un verdadero menú de “arrepentidos” a la carta, el Sr. Gabriel Romero dice haber pagado dinero por la firma de ese decreto que, finalizado todo el proceso explicado previamente, era para mí obligatorio firmar. En todo caso, sería muy interesante que el Sr. Romero indicara a quién y cómo le pagó, porque a mí nunca nadie me pagó nada por firmar ni este ni ningún otro decreto, ni por llevar adelante ninguna de las medidas de mis gobiernos. Al contrario, los problemas judiciales que tengo son por haber afectado intereses económicos concentrados y hegemónicos muy poderosos que siempre trataron de obstruir las medidas que llevé adelante en beneficio de las grandes mayorías populares, de la actividad económica en general y del desendeudamiento estructural de la Nación”, publicó Cristina.
Y agregó: “El evidente manejo extorsivo de la figura del “arrepentido” llevado a cabo por Bonadío y Stornelli, es sencillamente escandaloso, pero cuenta con el beneplácito de las más altas esferas del Poder Judicial, de los medios hegemónicos de comunicación y de este gobierno que ha provocado que nuestro país se esté cayendo a pedazos en medio de una verdadera catástrofe económica y social. Lo saben todos y todas”.
Además en su cuenta de twitter dijo que “He decidido no hacer comentarios sobre remiseros “arrepentidos” que dicen haberme visto en pijama, ni tampoco opinar sobre ex funcionarios de cuarta línea, también “arrepentidos”, que nunca formaron parte de mis dos presidencias, pero que describen excursiones casi turísticas en mi dormitorio”.