La causa aún está caratulada como «averiguaciones causales de muerte» y el misterio se mantiene entorno a la muerte de una mujer de unos 35 años dentro de una habitación de un albergue transitorio de Florencio Varela. La policía detuvo al hombre con el que había entrado al lugar.
El hecho ocurrió el fin de semana en «Susurros», un hotel alojamiento ubicado en Humaitá al 2100, entre Alfonsina Storni y Remedios de Escalada. Una pareja ingresó en un Ford Focus y tomó la habitación número 10.
Al rato, el hombre salió a gran velocidad de la cochera, incluso rompió la barrera. Esta secuencia quedó registrada en las cámaras de seguridad y fue observada por el recepcionista.
Cuando el concerje se acerca a la habitación encuentra el cuerpo de la embarazada tendida sobre la cama, boca arriba. Las sábanas estaban empapadas en sangre, en lo que habría sido el final inesperado de un juego sexual donde la mujer murió desangrada.
Lo que no encontraron los investigadores en la habitación “10” fue una botella de cerveza que la pareja había pedido en la conserjería no bien ingresó al hotel.
Es que, según la hipótesis del caso, las heridas que provocaron que la embarazada se desangrara se habrían producido durante un «juego sexual» con esa botella de cerveza que no aparece.
Tampoco se encontró aún el Ford Focus en el que huyó el sospechoso del hotel alojamiento. El propio padre del detenido afirmó ante la Policía que «no tiene idea de lo que sucedió con su coche», según concluyeron las fuentes.
