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Violencia en El Bolsón: tras detenciones por incendios, una patota a caballo atacó a manifestantes

El gobernador vinculó sin pruebas a tres brigadistas; agresores golpearon con rebenques y facones.

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El clima social en El Bolsón se enrareció aún más esta tarde tras la detención de tres personas en el marco de la investigación por los incendios forestales que arrasaron la zona.

La orden fue emitida por el fiscal Francisco Arrien, pero el conflicto escaló cuando el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, señaló públicamente a los arrestados como responsables del fuego, sin presentar pruebas que sustenten la acusación.

Los detenidos, según allegados, son brigadistas voluntarios residentes en Lago Puelo, que colaboraban en las tareas de contención del incendio. Su arresto generó indignación entre vecinos y organizaciones, que se congregaron frente a la comisaría local para exigir su liberación.

En ese contexto, un grupo de agresores montados a caballo y armados con palos, rebenques y facones irrumpió en la manifestación y atacó a los presentes. Según videos y testimonios, la patota estaba liderada por Víctor Hugo Araneda, un hombre vinculado a fuerzas de choque irregulares que operan tanto para el municipio como para el Ejército privado de Lago Escondido. Estas mismas facciones han sido denunciadas en el pasado por actuar contra las movilizaciones que exigen la apertura de un camino público hacia el espejo de agua, actualmente controlado por intereses privados.

Media docena de personas, tres de ellas víctimas del mismo violento, reconocieron ante Tiempo que se trataba de Araneda, un exempleado del área de Obras Públicas del Municipio, y quien este año intentó sin éxito ingresar a la Policía Provincial.

El ataque ocurrió frente a la Comisaría, a 50 metros del Hospital y a menos de 100 metros de la Municipalidad, no obstante lo cual no fueron arrestados.

Los detenidos por orden del fiscal son Nicolás Heredia, Tomás Anarella y Fabián Pasos. El primero de ellos fue interceptado en la zona del incendio, conocido como la esquina de Warthon, porque entre sus pertenencias le hallaron una botella al parecer con combustible. A través de posteos en X, el gobernador acusó que “podría ser un acelerante incendiario”, o sea combustible.

Sobre los otros dos detenidos sólo se informó que lo fueron por orden del fiscal Arrien, pero no por qué causa. No obstante, Weretilneck los acusó directamente por el inicio del incendio y anticipó que en breve habrá nuevas detenciones.

Esto se produjo luego de que el recién ascendido subjefe de la Policía, Elio Tapia, asegurara haber identificado a tres incendiarios en plena acción a la medianoche del martes, pero admitió que le fue imposible detenerlos porque huyeron en una camioneta. Extrañamente, la sugestiva identificación fallida del uniformado se produjo en la zona más vigilada y poblada de vehículos oficiales de la Comarca Andina.

Tanto Weretilneck como el intendente local Bruno Pogliano encarnaron desde el inicio del incendio un discurso púbico agresivo que tiende a construir un enemigo público al que culpar lo antes posible por el fuego. Pasaron de manifestar sus sospechas a formular acusaciones sin aportar prueba alguna. Paralelamente, todo el dispositivo mediático y de redes sociales oficialista eleva el tono y exige la cabeza en bandeja de plata de los “terroristas incendiarios”.

A ese discurso se sumó este miércoles el intendente de la vecina localidad de El Hoyo, César Salamín, un experonista que saltó al PRO para los comicios de 2023, quien calificó como “ataque terrorista” a un foco de incendio que se produjo en el paraje El Pedregoso, al norte de la ciudad y en el límite con la localidad de Epuyén.

Los hechos de violencia agravan aún más la crisis social en la región, mientras persisten las dudas sobre el origen del incendio y las responsabilidades en su investigación.

FUENTE:  Tiempo Argentino

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